El zafiro es considerado una de las piedras preciosas más importantes y más bellas del mundo. Es conocido por su característico color azul, fruto de la mezcla de óxidos de aluminio, hierro y titanio. Esta gema pertenece a la familia de los corindones y es la hermana azul del rubí, aunque en la naturaleza también la podemos encontrar en una gran variedad de tonos, menos frecuentes: rosas, naranjas, amarillos, verdes, violetas, negras e incoloras. Los zafiros de gran tamaño son raros, no suelen llegar a los 5 quilates. Los que superan este tamaño reciben nombres propios, como ocurre con los diamantes más famosos. Así, en Nueva York, podremos apreciar la “Estrella de la India”, el mayor zafiro en forma de estrella cortado con 536 quilates. También es relevante la “Estrella de la Medianoche”, un zafiro estrella de color negro de 116 quilates.
Los zafiros nacen en diferentes emplazamientos del mundo: en Australia (normalmente los de tonos más oscuros), en Sri Lanka, en Burma (Myanmar), en África, Tailandia, Canadá y Estados Unidos. Se han llegado a descubrir incluso en Escocia, y la variedad de zafiro de color cambiante se encuentra en Sri Lanka y en el Este de África. Los colores más apreciados son el azul de cashemir de la India y el llamado Cornflower Blue, un azul del color de la lavanda.
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