El peridote es una de las pocas piedras preciosas que encontraremos en un único color, el verde. Esto se debe al hecho de ser una gema idiocromática, porque su tono proviene de la composición básica del propio mineral, no de las impurezas menores. Esta gema también se llama crisolita u olivina y se caracteriza por su aspecto aceitoso y brillante, similar al del vidrio. El yacimiento más importante de peridoto lo encontramos en el Mar Rojo, en la isla de Zebirget. Allí, los cristales más bellos se encuentran en las paredes de los agujeros de la roca peridotita en descomposición. En Rusia existen peridotes cortados procedentes de un meteorito caído en 1749 en Siberia Oriental.
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