Eva Olivares
, por Arnau Sorribes, 3 Tiempo mínimo de lectura
Mi nombre es Eva Olivares,
tengo 33 años y nací en Girona, en el barrio de Sant Narcís. Estudié Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Girona y después de una intensa trayectoria en departamentos de comunicación de empresas de diferentes sectores, como Abertis, decidí montar mi propia agencia hace siete años: ¡EO! Comunicación Estoy casada desde hace nueve años, y con mi marido Martí tenemos dos hijos: Quim, de cinco años, y Pep, de año y medio. Son dos niños con una energía infinita y una sonrisa permanente en los labios, son nuestro motor.
Mi gran afición ha sido siempre la cocina. Ya de pequeña me colocaba encima del taburete para ayudar a mis padres a cocinar. Al hacerme mayor, esta pasión volvió a mi vida con fuerza y en 2012 abrí el blog Evacuinera . Aquí compartía recetas que ilustraba con fotografías del proceso de elaboración. Los posts que colgaba empezaron a tener mucho éxito y, en 2015, decidí abrir un canal de Youtube con el mismo nombre, Evacuinera. Desde entonces, cada semana cuelgo una receta en vídeo, a veces, acompañada de grandes chefs de renombre como Fran Agudo, del restaurante Tickets, o Joan Roca, de El Celler de Can Roca.
El proyecto Evacuinera ha adquirido una gran aceptación entre el público y lo que en un inicio era una afición, poco a poco se ha convertido en mi profesión . Actualmente, también me dedico a crear contenido para marcas gastronómicas que quieran llegar a sus clientes gracias al mundo audiovisual. Como os podéis imaginar, disfruto mucho de estos proyectos en los que puedo combinar mis dos aficiones: la comunicación y la cocina.
Soy una mujer muy positiva y con carácter , también desde siempre. En la época de mi primera comunión estaba de moda llevar vestidos blancos muy grandes, ¡casi de novia! A mí no me hacían el peso. Así que, con mi madre, compramos un traje azul oscuro, por debajo de las rodillas y con estrellitas pequeñas blancas. Cuando llegó el día esperado y todos entrábamos en la iglesia, el cura se dirigió con paso firme y serio hacia mis padres. Ay, qué reproches nos esperaban... Pero no fue así, les fue a felicitar por no haberse dejado llevar por las modas y elegir un traje con personalidad y humilde.
Es importante ser fiel a una misma y tener seguridad para salir adelante.
Mi familia es un gran pilar para mí. De hecho, siempre llevo encima unos pendientes de perlas que me regalaron mis padres y mi hermana cuando cumplí los 30 años. Nunca me las saco, es una manera de llevarlos siempre a mi lado. También guardo con cuidado y gran cariño un conjunto de pendientes y collar de mi abuela. Los pendientes están formados por brillantes y, en medio, tienen un rubí. Me recuerdan ese empuje y elegancia tan características de mi abuela y que siempre tengo presente para poder avanzar. Gracias a todos ellos ya un buen puñado de ilusión (por el trabajo, la familia, la pareja) he podido conseguir mis objetivos y superar todos los obstáculos.
Sin pasión... ¡ya no sería yo!
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Autor
Jordi Rosich
Joyero, clavador, gemólogo y diseñador por la UB y el JORGC. Especialista en diamantes naturales.